HISTORIA DEL MANGA Y EL ANIME EN LA CULTURA JAPONESA
Historia del manga y el anime
Si bien el anime y el manga se representan en formatos diferentes, tienen un origen estético común y están ligados como expresión artística. El anime es una proyección, evolución o derivación técnica del tradicional manga japonés.
No podemos hablar de la historia del manga sin referirnos al anime ni al contrario, ya que siempre van de la mano. Un alto porcentaje de publicaciones manga terminan llevadas a la pantalla en formato anime. A continuación, analizamos el origen y evolución de los dos artes.
Origen del manga
El origen del manga como forma de contar historias y definición de la palabra, comenzó durante la segunda mitad del siglo diecinueve y primeros del veinte 1868-1912, en pleno periodo de apertura cultural y económica bajo el mandato del emperador Mutsuhito.
La palabra manga (漫画) está compuesta por dos kan ji; man (informal) y ga (dibujo). Literalmente se traduce por dibujos caprichosos o garabatos. Se acuñó este término para definir el arte surgido por la unión del estilo gráfico de la pintura tradicional japonesa y las historietas (cómics) de estilo occidental.
Actualmente, palabra manga se usa en Japón para referirse a “historietas”, de forma general. Fuera de Japón, esta palabra se emplea más concreta mente para referirse al estilo japonés de dibujar y contar historias.
Los primeros grabados que muestran un atisbo de estética manga, lo encontramos en la obra Chōjugiga, realizada a mediados del siglo XIII. Son una serie de dibujos con carga satírica representando animales. Están atribuidos a Toba no Sōjō, personaje que vivió en los siglos XI-XII. Sólo se conservan algunos ejemplares en blanco y negro, sin embargo, se ve en ellos una primitiva línea representativa que posteriormente iría evolucionando al manga.
En el período Edo (1603-1868), se desarrolló el movimiento artístico ukiyo-e (grabados de estampas tradicionales japonesas). Estas representaciones gráficas incluían narraciones describiendo lo que en ellas se mostraba. Se pueden comparar remotamente a lo que después sería el género manga.
El máximo exponente de este movimiento artístico es el pintor Hokusai, famoso por sus grabados mundial mente famosos. Además, fue el creador el vocablo manga, escrito en el título de su libro, Hokusai Manga.
El manga en el siglo XX
El dibujante Rakuten Kitazawa, fue el autor de una historieta llamada Tagosaku to Mokube no Tokyo Kenbutsu. Su obra (1902), está considerada oficialmente, como el primer manga de la historia en forma y características similares a las actuales. En él, se narra la historia de dos campesinos que realizan un viaje para hacer turismo en Tokio. Cómo son personajes rurales con poco conocimiento de la vida moderna de la gran ciudad, al llegar, se comportan de forma tonta y cateta.
En los años 20 y 30 del siglo XX, se popularizó el manga orientando a los niños y jóvenes de la época. Fue en este momento cuando se empezaron a exportar fuera de Japón para el consumo genérico como entretenimiento.
Sin embargo, no fue hasta después de la segunda guerra mundial (1945), en plena posguerra, cuando el consumo del manga se generalizó y se estableció firmemente como industria. En esta época, Japón demandaba la necesidad psicológica de mirar hacia otro lado por el sufrimiento padecido años atrás. Esto supuso una oportunidad para el manga, ya que cubria esta necesidad, aparte del bajo coste que suponía adquirir uno en la grave situación económica del momento.
Actualmente, el manga es una de las industrias más importantes de Japón, aunque en los últimos años se ha notado una notable disminución en venta de ejemplares a favor del anime, que está sufriendo un incremento considerable. Culpa de este cambio, tiene que ver con el cambio en los hábitos de la sociedad de consumo, ya que se persigue la inmediatez y facilidad de internet para ver y consumir entretenimiento. En este sentido el anime se ha visto favorecido en detrimento del manga, que genera un esfuerzo mayor para quien desee leer uno.
El manga más vendido de la historia, es One Piece (1997), con más de 406 millones ejemplares vendidos en todo el mundo…de momento.
Origen del anime
En 1917 se crearon en Japón, una serie de cortometrajes de animación influenciados en su origen por la estética de la factoría Disney. El primer cortometraje de animación japonesa tenía una duración de dos minutos y se llamaba Namakura Gatana, creado por Junichi Kouchi. En este video podéis ver un fragmento del cortometraje.
Sin embargo, estos cortometrajes aún no representaban, lo que hoy en día consideramos como estilo anime. Fué más tarde, a mediados del siglo XX, cuando surgió el anime como estilo con sello propio de la cultura japonesa. Era una forma de representar la adaptación en pantalla del estilo manga de contar historias. La palabra anime es simplemente una adaptación japonesa de la palabra «animación».
En los orígenes del anime, destaca la productora de cinematográfica de animación Estudios Toei. Su primera producción se lanzó en mayo de 1957, se titulaba Koneko no rakugaki (Graffiti de un gatito). Era un corto de 13 minutos de duración.
Desde su creación en 1958, los estudios Toei fueron pioneros en creación e innovación con multitud de producciones, aunque no fue hasta 1960 cuando empezó a destacar por trabajos de mejor calidad. Esta compañía influyó al género de forma decisiva posteriormente, con producciones como Bola de Dragón, El viaje de Chihiro, Mazinger Z o Caballeros del Zodiaco entre muchas otras.
En esta época, hay que destacar la gran influencia del creador Osamu Tezuka, considerado por muchos como “el dios del manga y el anime”, fue una pieza clave como creativo para la industria, impulsando y dando forma notablemente a muchas de las características que hoy en día definen al anime. Fue el creador, por ejemplo, de la mítica serie Tetsuwan Atomu, conocido en occidente como Astroboy.
Haciendo un alto en el recorrido del anime, hay que tener en consideración, el surgimiento de productoras cinematográficas que no hacían anime, pero sí películas inspiradas en la forma de contar historias del manga. Por ejemplo, los míticos Estudios Tōhō. Uno de sus primeros personajes fue Godzilla (1954), y su famosa película (Godzilla, Japón bajo el terror del monstruo). Se dice que crearon al personaje después del lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki como representación del miedo que la sociedad Japonesa sufrió después de la Segunda Guerra Mundial.
Los años 60 y los robots gigantes
Volviendo al anime, ya en la década de los años 60, comenzaron a popularizarse algunos subgéneros como el de los robots gigantes (Mecha) entre otros. La primera producción de esta temática fue el anime en blanco y negro Tetsujin 28-gō, (Iron Man 28 o Gigantor).
Pero no fue hasta entrados los años 70, cuando el género de los robot gigantes empezó a popularizarse con series como la mítica Mazinger Z o Gundam, en la que habitualmente luchaban contra monstruos como el mencionado Godzilla.
En 1990, el manga y el anime como industria, sufrieron una explosión internacional precedida de numerosos éxitos comerciales que los impulsaron enérgicamente hasta la actualidad.
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